militar entre EE.UU. y Colombia. (Foto: Archivo)
Garzón señaló que una de las condiciones para dialogar con las FARC
es que ésta ponga en libertad a todos los secuestrados.(Foto: tele Sur)
"El Gobierno de Juan Manuel Santos no tiene cerrada la puerta de la paz, pero le estamos exigiendo a la guerrilla poner en libertad a todos los secuestrados, cesar la práctica del terrorismo y las minas antipersona y liberar a los niños reclutados de manera forzada", dijo Garzón a la prensa, un día después de que el líder de las FARC, Alfonso Cano, planteara la posibilidad de buscar un diálogo que genere una salida al conflicto armado que la nación suramericana. Garzón enfatizó que las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), principales grupos insurgentes de Colombia, "deben poner fin a toda violencia", como condición para un posible diálogo con la futura administración de Santos. "Si ellos (los rebeldes) dan esas manifestaciones, tengan por seguro que Juan Manuel Santos tendrá toda la generosidad para construir acuerdos de paz como también procesos de reconciliación y de perdón", subrayó el vicepresidente electo. El futuro vicepresidente de Colombia remarcó que un posible diálogo se dará "en medio de un proceso de reparación a las víctimas de la violencia". Alfonso Cano hizo este viernes un llamado al Gobierno de su país para "buscar a través del diálogo y las conversaciones, propuestas políticas de la diplomacia" que generen una salida negociada al conflicto armado que vive esa nación con la participación "de la mayoría de los colombianos". La propuesta del líder de las FARC se conoció a través de un video difundido en plena crisis entre Bogotá y Caracas por la supuesta presencia de miembros de grupos insurgentes en Venezuela. Los apartados que deben dominar un diálogo son "puntos vertebrales" de la situación que mantiene a Colombia en un conflicto armado interno, con un guerra que se remonta a 1964, puntualizó el jefe insurgente. Asimismo, Cano plantea debatir sobre el acuerdo militar suscrito entre Washington y Bogotá, que autoriza a las tropas estadounidenses el uso controlado de siete bases en territorio colombiano.
El nuevo vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, señaló este sábado que el Gobierno de Juan Manuel Santos, quien tomará el poder este 7 de agosto, abre la puerta a un diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que cese la violencia en el país suramericano, pero con condiciones.
"El Gobierno de Juan Manuel Santos no tiene cerrada la puerta de la paz, pero le estamos exigiendo a la guerrilla poner en libertad a todos los secuestrados, cesar la práctica del terrorismo y las minas antipersona y liberar a los niños reclutados de manera forzada", dijo Garzón a la prensa, un día después de que el líder de las FARC, Alfonso Cano, planteara la posibilidad de buscar un diálogo que genere una salida al conflicto armado que la nación suramericana. Garzón enfatizó que las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), principales grupos insurgentes de Colombia, "deben poner fin a toda violencia", como condición para un posible diálogo con la futura administración de Santos. "Si ellos (los rebeldes) dan esas manifestaciones, tengan por seguro que Juan Manuel Santos tendrá toda la generosidad para construir acuerdos de paz como también procesos de reconciliación y de perdón", subrayó el vicepresidente electo. El futuro vicepresidente de Colombia remarcó que un posible diálogo se dará "en medio de un proceso de reparación a las víctimas de la violencia". Alfonso Cano hizo este viernes un llamado al Gobierno de su país para "buscar a través del diálogo y las conversaciones, propuestas políticas de la diplomacia" que generen una salida negociada al conflicto armado que vive esa nación con la participación "de la mayoría de los colombianos". La propuesta del líder de las FARC se conoció a través de un video difundido en plena crisis entre Bogotá y Caracas por la supuesta presencia de miembros de grupos insurgentes en Venezuela. Los apartados que deben dominar un diálogo son "puntos vertebrales" de la situación que mantiene a Colombia en un conflicto armado interno, con un guerra que se remonta a 1964, puntualizó el jefe insurgente. Asimismo, Cano plantea debatir sobre el acuerdo militar suscrito entre Washington y Bogotá, que autoriza a las tropas estadounidenses el uso controlado de siete bases en territorio colombiano.
Este pacto bélico ha sido rechazado por la comunidad internacional. Los derechos humanos, la tenencia de la tierra y el modelo político y económico, entre otros asuntos son también puntos que el líder subversivo plantea tratar en un futuro diálogo con Santos, quien como ex ministro de Defensa propinó duros golpes a las FARC, el ELN y otros grupos ilegales, asumirá el poder el próximo 7 de agosto en reemplazo de Álvaro Uribe. Uribe se opone a un proceso de paz por considerar que ello sería "un nuevo engaño del terrorismo", por lo que su Ejército ha llevado a cabo una extensa operación contra Alfonso Cano y su grupo subversivo.
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