Cámaras que hacen justicia
En México el 93% de los acusados nunca vio al juez, el 95% de las sentencias son condenatorias, el 92% de éstas no se basan en una evidencía física y así podríamos seguir con una multitud de estadísticas que concluyen que la culpabilidad de los presos no ha sido probada. Porque este es un país donde no se aplica la presunción de inocencia, donde las cárceles estan llenas de pobres que no pudieron pagarse un abogado, donde los polícias reciben estímulos por aportar culpables, donde la Fiscalía no investiga sino que cierra casos… Y en este país, dos jóvenes abogados han conseguido poner las negligencias judiciales ante las cámaras y han llegado a crear un debate público sobre la necesidad de una reforma judicial. Layda Negrete y Roberto Hernández estudian su doctorado en Políticas Públicas en la Universidad de Berkeley. Son especialistas en Derecho y Seguridad y durante más de diez años han investigado el sistema de justicia mexicano. Fue al intentar darle visibilidad pública a sus pesquisas cuando decidieron usar el video. En 2005 hicieron el corto documental El Túnel que puso el dedo en la llaga sobre las irregularidades judiciales en México. El video circuló por emisoras comerciales y la web y tuvo una gran repercusión en la opinión pública. “Descubrimos que al documentar nuestras estadísticas con testimonios en imágenes podíamos profundizar en los temas y acercarlos a la sociedad. Por ejemplo el debate sobre si se pueden hacer preguntas cerradas a un testigo hostil es una larga discusión académica que la gente no entiende, pero al ver en acción en un juicio qué significa poder preguntar, por ejemplo, si a ti te detuvo el comandante Saavedra, ‘¿sí o no?’ Se dimensiona claramente”, explica Layda Negrete. El Túnel además, les condujo a la nueva hazaña audiovisual. Poco después de exponerlo, les contactó Eva, una joven desesperada porque su novio, José Antonio Zuñiga, Toño, había sido sentenciado a 20 años de prisión por un asesinato que no había cometido. Hernández y Negrete se marchaban en poco tiempo a Berkeley a estudiar un doctorado pero aún así, se comprometieron a revisar el caso. “El caso de Toño era muy típico, aunque realmente escandaloso. Entonces, registrarlo era capturar el drama de quién vive la situación de ser juzgado en México”, explica Negrete. Y de ahí nació Presunto Culpable, un emotivo documental de hora y medio en el que a través del seguimiento del caso de Toño, se desenmarañan los laberintos más oscuros del sistema judicial mexicano. Toño era un muchacho común en las prisiones mexicanas. Un chaval que rapeaba y bailaba breakdance en las calles de Iztapalapa, una de las delegaciones más populares de la Ciudad de México. El mismo que un día escribió una canción sobre un tipo que es detenido por unos policías y acusado de asesinato sin imaginar que sus letras se harían realidad en su propia piel. El domingo 11 de diciembre de 2005, Toño atendía, como de costumbre, su puesto de videojuegos piratas y arreglo de ordenadores en un mercado de su barrio. A 20 minutos a pie de donde él estaba, otro joven, Juan Carlos Reyes, fue asesinado de un balazo por una banda dedilers a los que debía dinero por comprarles marihuana. El primo de la víctima, Víctor Daniel Reyes, alcanzó a ver al grupo pero nunca supo exactamente quién disparó el arma. En su primer testimonio, detenido por la policía, así lo dijo. También dijo haber reconocido a tres de los individuos, Luis, Ojitos y Crucito. El cuarto iba en bicicleta y no sabía quién era. Sin embargo, los judiciales, ávidos de resolver casos y cobrar así sus comisiones, decidieron agarrar como cuarto a un chico cualquiera. La mala suerte señaló a Zuñiga, quien fue detenido sin ninguna explicación al día siguiente mientras, literalmente, pasaba por allí. Un muchacho cualquiera, de pocos recursos y menos estudios que no es capaz ni de reclamar sus derechos cuando es incomunicado en la comisaría sin saber ni de qué se le acusa. Un caso típico, donde los policías convencen al testigo a que impute a Zuñiga, pese a que es incapaz de reconocerlo, y donde, como en la mayoría de los procesos, este testimonio pasa por encima, incluso de la prueba de pólvora que sirve para determinar si alguien disparó un arma y que Toño dio negativa. Como en el 92% de los casos, no hay evidencias físicas que lo imputen. La única prueba es el testimonio de Reyes. Pero esto es suficiente para que lo condenen a 20 años de prisión. Todo esto lo anotan Hernández y Negrete, que ven en el caso todos los males de la impartición de Justicia en México. Así, entre sus viajes a México y Berkeley, la pareja de abogados se empiezan a introducir en el expediente y descubren que el abogado que defensó a Zuñiga lo hizo con una licencia profesional falsa. Otra irregularidad más, que les permite reabrir el caso. Ven la historia, solo falta grabarla para recrear en un lenguaje universal los entresijos del sistema de justicia mexicano. Y se ponen manos a la obra. Les cuesta un año el permiso para poder acceder al reclusorio a filmar, pero lo consiguen. Como también logran, por azar, que les dejaran registrar el nuevo juicio. Algo totalmente discrecional pero que será la clave. “Es increíble cómo cambian las cosas cuando pones una cámara”, cuenta Negrete quien explica que al entrar con el equipo de grabación a la sala de audiencias, dejaron de vender chicles, sacaron el horno microondas y quitaron al resto de acusados que normalmente juzgan al mismo tiempo. “Sin cámara el comportamiento en el recinto era pésimo y totalmente lo contrario a lo que uno esperaría de una oficina pública”, se lamenta Negrete. Sin embargo, el nuevo proceso está a cargo del mismo juez que ya lo había condenado. Y tampoco cambian sus actitudes, hastiado por tener que volver a trabajar, la amnesia de los policías que dicen no acordarse y remiten a lo que en 2005 escribieron en el expediente, o la desidia de la Fiscal, que preguntada por el abogado defensor, no tiene pudor en contestar que lo acusa simplemente porque es su “chamba” (su trabajo en lenguaje coloquial mexicano). Con todo, el nuevo abogado defensor, colaborador de Negrete y Hernández logra desmontar la declaración del testigo acusador, los informes hechos por los policías y pone en evidencia las irregularidades y negligencias del proceso judicial. Pero la Fiscal no registra en su informe las incongruencias y alegaciones demostradas por el abogado defensor y el juez lo vuelve a condenar exactamente con la misma penas. “El expediente no se puede cuestionar, la policía ya formalizó allí su acusación, así que ya hicieron su trabajo. Ese es el sistema perverso”, explica Negrete en el documental. Por suerte, en el juicio de apelación, los magistrados aceptan el documental como prueba además del expediente. Y Toño sale absuelto por “duda razonable”. “Cuando volvimos a analizar el expediente tuvimos discusiones muy ríspidas con mis compañeros pero vi en el video las declaraciones de los testigos, observé con mucho cuidado, finalmente en una actitud puede uno descubrir muchas cosas”, explicó Salvador Ávalos, uno de los tres jueces, del proceso de apelación. Finalmente el registro visual coadyuvó a la liberación de Toño. Pero no solo eso, el proceso de filmación significó en sí mismo significó un empoderamiento para Toño. “Desde que entras al reclusorio, no eres nadie, no sirves para nada, la cámara equilibró esto”, cuenta en el documental. Y Hernández lo apunta: “La cámara genera una catarsis y una transformación personal. Cuando empezamos, Toño estaba disminuido, y de esta posición de victima pasó a sentirse como una persona que podía transformar lo que le sucedía. Sintió que contar lo que le pasó evitaría que le pasase a alguien más”. Pero estas son solo dos de las primeras batallas ganadas. Al cierre de esta edición, Presunto Culpable lleva un mes en cartelera en los principales cines mexicanos con récords de audiencia. En las taquillas ha llegado al millón de espectadores pero además ya circula por la red, en copias piratas en los mercados callejeros y hasta por los vagones de metro, donde se puede adquirir por menos de un euro. Las estadísticas dicen que ya lo han visto cerca de dos millones de mexicanos, algo muy inusual en el cine mexicano, donde solo 30 películas han rebasado el millón de espectadores. “Eso era mi sueño más guajiro”, confiesa ahora Negrete, quién recuerda que fue difícilisimo conseguir que alguien distribuyese Presunto Culpable. Ninguna distribuidora quiso, porque, no les cuadraban los números. Finalmente, la principal cadena de cines mexicanas se comprometió a difundir el video con una tirada inicial de 50 copias y contando en perder 4.000 euros. Un logro demasiado desafiante. A los pocos días del estreno, el documental entró en un proceso judicial para sacarlo de las salas. El testigo acusador de Toño, Victor Reyes, los demandó porque dice que se vulnera su derecho al honor. Debates a parte sobre que habría que priorizar si un derecho individual o el derecho colectivo a la información, la resolución de la jueza, que exige la modificación de la película, parece un intento desesperado por sacar de los cines un documental que exhibe la enfermedad del sistema de justicia mexicano. “Estamos todos sorprendidos. Jamás esperamos que hubiese ganancias. Queríamos que llegase a la gente y el 80% de los gastos de las cintas y la publicidad los sufragamos con donaciones”, recuerda Negrete. Ahora, en cambio, no solo han ganado dinero sino que han conseguido generar en el imaginario colectivo la necesidad de una reforma judicial. “Casi nadie ha estado en un juzgado y tenemos ideas equivocadas sobre los procedimientos judiciales, creemos que tenemos un derecho real a la presunción de inocencia, que tenemos posibilidad real de presentar pruebas, cuando las estadísticas dicen que lo que presente la Fiscalía tiene valor pleno y no hay un debate judicial. Ahora hemos conseguido que la gente se identifique con Toño y cambie su percepción sobre el sistema de justicia”, asevera Negrete. Pero aunque finalmente tengan que dejarlo de exhibir, la película ya circula sola gracias a los nuevos medios. “Seguiremos en las calles”, exclama Negrete. Y con ello, seguirán circulando sus recomendaciones, que añaden al final de la película. Antes que llegue un cambio real en el sistema, ambos abogados proponen videograbar los juicios, videograbar los interrogatorios en sede judicial, hacer lineas de reconocimiento para la identificación de testigos y finalmente que no se usen jaulas para juzgar a la gente, como en el caso de las audiencias mexicanas adjuntas a los penales. A raíz de la película, el gobierno del Distrito Federal ya ha creado un grupo de trabajo para preparar una iniciativa que permita videograbar los juicios penales en la Ciudad de México. Layda se congrantula, y espera que aún se vaya más allá. Porque de momento, la presunción de culpabilidad sigue planeando sobre cada acusado. El asesinato de Juan Carlos Pacheco sigue impune. Y por cada inocente en la cárcel hay un culpable suelto. Toño, por su parte, salió de la prisión dos años y medio después de haber ingresado y ha rehecho su vida junto a su esposa y su hija. El éxito del documental le ha permitido gravar su primer disco y ya se ha vuelto popular. “Ha sido una verdadera película, fui rescatado por unos héroes que aparecen de la nada cuando todo parece estar perdido y que se disfrazan de ciudadanos normales, de estudiantes. A partir de ahí es como ver a la liga de la justicia unirse, uno tras otro, cada uno aportando algo. Y la verdad es que estoy feliz y agradecido con todos. Ahora espero que no solo haya servido para salvarme a mi, sino que cambie el sistema”, concluyó Toño en la presentación. El documental ya fue expuesto en Madrid en el festival Documenta 2010, donde ganó el premio de la audiencia, pero Negrete asegura que tienen otra invitación para exhibirla en España. De momento en México, después de su éxito mediático ya han recibido más de 1000 correos electrónicos, mensajes en Twitter y en Facebook de personas que solicitan ayuda. Queda pues, mucho trabajo por hacer. |
Este Blogspot, es solo para la Publicación de Fotos de las Actividades de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en especial de los estudiantes de Comunicación Social de La UBV y para Clases de Periodismo y de Articulo de Periodistas.Siempre con la Verdad.
jueves, 7 de abril de 2011
Cámaras Justicieras.....
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