Por: Jorge Mier Hoffman
Ya no importaba si era o no inocente, su nombre y su familia habían sido expuestos al escarnio público sin juicio previo. La empresas que no obtuvo el contrato, y que tenía publicidad en el Miami Herald, usó sus influencias para arremeter una campaña contra el comisionado
Arthur se dirigió al Editorial del Diario de Miami, y en presencia de todos los periodistas, entregó una Carta donde los acusaba de ser responsables de lo que le pasaría a él y a su familia… seguidamente sacó una pistola y se disparó en la cabeza dejando atónitos a todos los presentes… Un epitafio para la tumba de Arthur Teele debería decir:
El Mediatismo es el Dios Omnipotente que nadie juzga, que castiga al inocente y perdona al pecador
Mientras el musulmanismo, el catolicismo, el confusionismo, el budismo, el hinduismo y el taoismo se reparte el 80 % de los seis mil cuatrocientos millones de creyentes ávidos de fe religiosa en el planeta, el Mediatismo, al mejor estilo de las religiones fundamentalistas, cautiva, acapara, hipnotiza y adoctrina a toda esa masa humana en un sola religión:
Los Medios de Comunicación
Los medios se han convertido en instituciones económicas, que a diferencia de las religiones tradicionales con sus cosas buenas y cosas malas, es su ambición de poder y fortuna, conjugan todo lo malo de las religiones del mundo con su oración:
“Exigimos libertad de informar, libertad de decir y libertad actuar sin restricciones”
Y amparados en el terrorismo informativo de la “Libertad de Información” que les da la Constitución y organizaciones internacionales, se desvirtúan los sanos principios del periodismo, se cambia la realidad de los pueblos y se inclina la opinión del colectivo hacia determinado intereses… Hoy somos testigos de cómo Irán ha sido acorralado por la prensa mundial y acusada de amenazar la paz en la región, por el sólo hecho de experimentar con energía atómica; como sí ya no existieran verdaderas bombas atómicas en poder de los árabes: Israel posee, no uno sino, cientos de misiles de cabeza nuclear de largo alcance, como también tiene Kuwait, Arabia Saudita, Afganistán y ahora Irak; armas nucleares que han sido provistos por los Estados Unidos, para asegurarse los yacimientos de petróleo de los países invadidos y por invadir como Irán, Siria, el Líbano y Egipto… También somos testigos de cómo Corea del Norte es acribillada por la prensa para un desarme nuclear, y no se menciona que Corea del Sur, aliada de los Estados Unidos, poseer cientos de cabezas atómicas apuntando por toda Europa y Asia… Ni mucho menos el Mediatismo mencionan las diez mil bombas nucleares que tiene la primera potencia estadounidense apuntando a todos los rincones del planeta: desde la tierra, desde el mar y desde el espacio exterior.
Todos estamos sometidos a los Tribunales de inquisición del Mediatismo, que acusa sin miramiento, dispara antes de preguntar y castiga antes de juzgar
Es un imperio de mil cabezas que se hace llamar el Quinto Poder, y que actúa como un Dios omnipotente al que todos deben rendir pleitesía; ya que en su impunidad de actuar y de decir, manipular la verdad, negocia la información al mejor postor, adoctrinar las masas populares, y pone al servicio de sus mezquinos intereses, su ejército colegiado de periodistas con inmunidad para devastar la moral pública, al mejor estilo de 007 con “Licencia para Matar”, ya que siempre invoca el principio de “proteger la fuente” para acusar sin pruebas.
Hoy somos testigos del poder mediático y el poder religioso, en una pugna de interese que amenaza con llevarnos por la vía del terrorismo mediático y religioso. Es la ola creciente e indetenible de violencia que ha causado la publicación de doce caricatura del profeta del Islam en un magazín de Noruega; pero en especial, por una, donde Mahoma aparece con un turbante en forma de bomba.
Sin entrar a considerar las razones morales y religiosas de lo que significa el Islam para más de mil doscientos millones de musulmanes, lo cierto, es que la prensa mundial nuevamente se agrupado en una jornada de solidaridad intocable a favor de la “Libertad de Expresión” en respuesta al llamado del pueblo árabe para que se respeten sus íconos culturales y religiosos, que obliga al Mediatismo a tomar una de dos posturas: pedir perdón por profanar un fervor religioso, o afianzar su arremetida para que se acrecienten las protestas, y de esta manera justificar una guerra contra Irán.
Recordemos que en el Mediatismo todo se hace planificado… no existe el azar..!
El Mediatismo es la punta de lanza del imperialismo avasallador para dominar a los pueblos, que cambia los patrones de conducta social, desvirtúa la realidad circundante, modifica los hábitos de consumo, interfiere en los modelos de educación, transfigura peligrosamente los principios morales, los gustos sexuales, la aficiones culturales; en fin, actúa como una religión fundamentalista y materialista que busca la sumisión de la raza humana para ponerla al servicio de sus mezquinos intereses económicos.
Recordemos lo que en materia de información veraz reconocía nuestro Libertador, baluarte del periodismo en América e insigne periodista, para lograr el verdadero equilibrio informativo de los pueblos, frente a la amenaza constante del Imperialismo mediático que amenaza la paz mundial:
“El derecho de expresar sus pensamientos, y opiniones de palabra, por escrito, ó de cualquier otro modo, es el primero y más estimable bien del hombre en sociedad. La misma Ley jamás podrá prohibirlo”… Simón Bolívar
Pero lo que no publican los medios, es lo que sigue inmediatamente a ese pensamiento de Bolívar donde se expresa claramente su aversión al Imperialismo Mediático con su inmensa capacidad de manipulación, destrucción y mueryte… Continúa así el pensamiento de Bolívar:
… La misma Ley jamás podrá prohibirlo, pero tendrá poder de señalar justos límites, haciendo responsables de sus impresos, palabras y escritos, a personas que abusaren de esta libertad, y dictando contra este abuso penas proporcionales”
Simón Bolívar
Es decir, para Bolívar, el colectivo y el ciudadano común es lo más preciado y lo más importante para un gobierno democrático. El ciudadano es la fuente de la nacionalidad y la identidad de los pueblos; y por encima de la conciencia del individuo, no podrá existir ninguna organización, ningún poder ni ninguna Ley que haga transgredir la mente y la manera de pensar del hombre y la mujer; y así lo dejó escrito el Padre de la Patria:
“La opinión pública es el objeto más sagrado, ella ha menester la protección de un gobierno ilustrado, que conoce que la opinión es la fuente de los más importantes acontecimientos”
Simón Bolívar
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