jueves, 29 de octubre de 2009

La “buena” izquierda
Por: Roberto Hernández Montoya Fecha de publicación: 22/10/09


imprímelo

mándaselo atus panas
Hay una izquierda “buena” y una izquierda “mala”. Lo dice la “buena”, tan buena que sabe que Hugo Chávez es un dictador de derecha, a pesar del apoyo de Fidel Castro. Ya sé que no basta el juicio de Fidel. Aclaro que no me satisfacen los juicios de autoridad, no solo porque el magister dixit es chocante desde que se acabó la Edad Media, sino porque no demuestran nada. De todos modos me causa una sonrisita desganada que gente cuadrada con la ultraderecha imperial repudie como derechista a nadie.Para esa izquierda el pueblo merece la caridad que se prodiga a un perrito. Alborotaron en favor de los pobres, hasta arriesgaron la pelleja, porque no enfrentaron gente decorosa sino forajidos, ante quienes se arrastran ahora, por cierto. Eso sí, hasta cierto punto porque total su compromiso era solo una táctica de disimilación transitoria, como decía Pierre Bourdieu. Es decir, distinguirse por un tiempito del burgués para elevar el precio de la reculada.Apenas ese pueblo asumió por su cuenta la revolución que esa izquierda “buena” prometía, se ofreció para tutelarlo. Como el pueblo no la conoce porque jamás se comunicó con él y si acaso solo le hizo sentir su desprecio, entonces estalla contra quienes llama traidores. ¿Traidores a qué? Ya va.Los que fuimos arbitrariamente clasificados en esa izquierda “buena”, por versados en cosas, es decir, por privilegiados, somos considerados traidores a ese estamento, al que se accede por nacimiento o por una ardua promoción. Tenemos el deber de exigir también el derecho “natural" a ser poder detrás del trono. Y de enfurecernos si no se nos concede tal prebenda. Esa es la traición, ¿cómo te parece?Como consecuencia, esa “buena” izquierda se encompincha hasta con la ultraderecha más escabrosa, con Bush (sí, un presidente que hubo en los Estados Unidos llamado Bush, creo); con el PP franquista (Pura Pérdida creo que se llama). Y como uno no los acompaña en esa infamia, el traidor es uno, mira tú.¿Por qué ni siquiera se sensibiliza ante el Hospital Cardiológico Infantil? Más bien conspira contra él con quien sea, porque, en última instancia, esa izquierda “buena”, como lo descubrió el coronel Aureliano Buendía, lo que de verdad quería era solo el poder. rhernand@reacciun.ve

No hay comentarios:

Publicar un comentario