¿Cuál es el principal defecto de un periodista?
Por: vivapy.wordpress.com
Lanzamos la pregunta en el Facebook de Clases de Periodismo, y periodistas -y lectores- se animaron a participar. Esta es una lista que, para algunos, podría parecer exagerada o simplista.
- Falta de rigor y de ética. No cotejan bien la información que publican y cometen muchos errores (papel, web, radio, TV, etc).
- Creer que son los únicos que tienen o conocen ‘la verdad’.
- Considerarse infalibles
- Pertenecen a la falsa élite de ”periodistas estrella”.
- Querer únicamente sacar el titular con recursos como el “¿Usted no descarta…?”
- Autocensurarse por intereses varios.
- Creerse salvadores y jueces.
- Se confían demasiado de sus fuentes.
- Olvidan que su objetivo principal es informar a las personas y no necesariamente ganarle a la competencia.
- Tendencia al facilismo. Cultores del ‘copy paste’ y de ‘googlearlo todo’.
- Inventar estadísticas incomprobables para vender una nota que no existe.
- Disfrazar la verdad.
- No saben escuchar (ni a sus jefes ni a los lectores / ni a su conciencia).
- Quieren ser protagonistas de la noticia (hay excepciones que lo justifican)
- No sentir amor por la carrera y pasión por lo que se hace.
- Pensar que porque tienen un micrófono y una cámara están en todo el derecho de decir lo que se les antoje.
- Demasiado ego.
- No pensar en la audiencia y en que el periodismo es un servicio.
- Trabajar en un medio donde la corrupción pasa hasta debajo de la mesa donde escriben.
- Conformismo (en todos los niveles).
- No se preocupan de aprender y se resisten a cualquier propuesta de cambio.
- Les interesa más firmar la nota que entregar un buen trabajo.
- Falta de solidaridad.
- Indiferencia frente al dolor.
- Sabotear el trabajo de sus colegas, ya sea por celos profesionales o personales.
- Falta de creatividad e iniciativa.
- Cero compromiso con su medio y con la profesión.
- Es capaz de ‘vender’ su pluma y su opinión al mejor postor.
- Confundir ‘ficción’ con periodismo en el afán de hacer un mal ‘periodismo literario’.
- Incapacidad para organizarse y producir de acuerdo al ritmo que las circunstancias de la organización demandan.
- Padece de la enfermedad conocida como “periodismo de declaracionitis”.
- Escasa voluntad para investigar o confundir el simple reporteo con ‘investigación’.
- No ser autocrítico.
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