miércoles, 15 de septiembre de 2010

LOS DEFECTOS DE LOS PERIODISTAS....

¿Cuál es el principal defecto de un periodista?

Por: vivapy.wordpress.com

Lanzamos la pregunta en el Facebook de Clases de Periodismo, y periodistas -y lectores- se animaron a participar. Esta es una lista que, para algunos, podría parecer exagerada o simplista.


Sin embargo, vale la pena analizar estas líneas.

Un periodista debe ser autocrítico. Y esto es, para nosotros, un ejercicio de mea culpa o ‘prevención’.

A los aportes de los críticos hemos sumado algunas observaciones.

  • Falta de rigor y de ética. No cotejan bien la información que publican y cometen muchos errores (papel, web, radio, TV, etc).
  • Creer que son los únicos que tienen o conocen ‘la verdad’.
  • Considerarse infalibles
  • Pertenecen a la falsa élite de ”periodistas estrella”.
  • Querer únicamente sacar el titular con recursos como el “¿Usted no descarta…?”
  • Autocensurarse por intereses varios.
  • Creerse salvadores y jueces.
  • Se confían demasiado de sus fuentes.
  • Olvidan que su objetivo principal es informar a las personas y no necesariamente ganarle a la competencia.
  • Tendencia al facilismo. Cultores del ‘copy paste’ y de ‘googlearlo todo’.
  • Inventar estadísticas incomprobables para vender una nota que no existe.
  • Disfrazar la verdad.
  • No saben escuchar (ni a sus jefes ni a los lectores / ni a su conciencia).
  • Quieren ser protagonistas de la noticia (hay excepciones que lo justifican)
  • No sentir amor por la carrera y pasión por lo que se hace.
  • Pensar que porque tienen un micrófono y una cámara están en todo el derecho de decir lo que se les antoje.
  • Demasiado ego.
  • No pensar en la audiencia y en que el periodismo es un servicio.
  • Trabajar en un medio donde la corrupción pasa hasta debajo de la mesa donde escriben.
  • Conformismo (en todos los niveles).
  • No se preocupan de aprender y se resisten a cualquier propuesta de cambio.
  • Les interesa más firmar la nota que entregar un buen trabajo.
  • Falta de solidaridad.
  • Indiferencia frente al dolor.
  • Sabotear el trabajo de sus colegas, ya sea por celos profesionales o personales.
  • Falta de creatividad e iniciativa.
  • Cero compromiso con su medio y con la profesión.
  • Es capaz de ‘vender’ su pluma y su opinión al mejor postor.
  • Confundir ‘ficción’ con periodismo en el afán de hacer un mal ‘periodismo literario’.
  • Incapacidad para organizarse y producir de acuerdo al ritmo que las circunstancias de la organización demandan.
  • Padece de la enfermedad conocida como “periodismo de declaracionitis”.
  • Escasa voluntad para investigar o confundir el simple reporteo con ‘investigación’.
  • No ser autocrítico.

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