Una seria amenaza cubre hoy - como horrendo espanto - el coraje de quienes, retando los mayores desafíos, decidimos crear una televisora alternativa dentro de un modelo cooperativista para el Táchira.
Se nos ocurrió en aquellos días del golpe petrolero que sí era posible la creación de un nuevo modelo comunicacional que por encima de todo divulgara la verdad de lo que estaba ocurriendo en las calles de Venezuela, denunciando las intentonas golpistas y derrumbando el paradigma de la arcaica televisión experta en envenenar la mente y corazones de los venezolanos. Ello significaba nada menos que enfrentar al viejo monstruo, combatiendo de manera directa a los sembradores de miseria espiritual y alienación, incluida la pornografía mediática que ya por aquél entonces nos agredía despiadadamente.
Lamentablemente ese sueño quijotesco lleno de nobleza y buenas intenciones pareciera estar llegando a su fin. Mientras los medios de comunicación que adversan a nuestro gobierno revolucionario reciben cantidades inmensas de recursos de parte de ministerios y otros órganos del estado venezolano, de manera absolutamente inconcebible, nuestro canal BUENA TV ha sido conducido al antiguo castigo griego del ostracismo. ¡Ni un centavo! Escúchese bien, Ni un solo centavo ha recibido de apoyo de instituciones estadales, excepto lo correspondiente a una cuña institucional de
Como bien lo sabemos, este problema no solo ataca a nuestro medio. Estamos enterados, por ejemplo, de las penurias del Diario Vea, o las angustias de quienes laboran en el Diario de Oriente, o las 8 emisoras comunitarias tachirenses que han tenido que callar sus voces por las mismas razones de índole económicas. Estos hechos, deben generar profunda reflexión y una vuelta grande en el timón de las políticas comunicacionales del gobierno revolucionario para esta región que hoy pareciera desdibujarse en el mapa geopolítico de Venezuela.
Sobre nuestras cabezas penden dos graves amenazas, por un lado, la ejecución de una deuda a FUNDESTA cuyo monto, para nosotros impagable, solo representa una nimiedad frente a las cantidades inmensas de recursos que mensualmente recibe una sola de las televisoras golpistas locales de parte de organismos del estado. Por el otro lado, el boicot inmoral o “cerco económico” impuesto por agentes de la “Quinta Columna”, responsables de la fracasada política comunicacional en el Táchira, quienes en su abyecto y desmedido afán de poder aspiran “ponerle la mano” a nuestra televisora. Esta última amenaza se ampara en la capacidad mimética de estos señores disfrazados de revolucionarios, que hoy actúan bajo la figura de “cooperativas familiares”. Se trata de los mismos personajes encargados de negociar los presupuestos millonarios que PDVSA invierte en los medios regionales. Hoy dependemos de que a alguien del gobierno central, incluso nuestro propio Comandante Presidente reciba el alerta, conozca de este grave asunto y de inmediato asuma la investigación necesaria a objeto de enderezar esta dolorosa situación.
Dentro de este escenario, no todo parece asunto perdido. Con gran satisfacción hemos recibido las palabras de aliento del ministro de comunicación Mauricio Rodríguez, quien venía acompañando al comandante presidente Hugo Chávez en su reciente exitosa visita al Táchira.
No sabemos si nuestro máximo líder alcanzó a ver nuestra pancarta que decía: “CHAVEZ, NO DEJE MORIR A BUENA TV”, pero contamos con la fortaleza revolucionaria para perseverar por encima de todas las adversidades, tal y como nos los enseñara nuestro libertador Simón Bolívar y que hoy es también consigna y ejemplo de nuestro comandante Hugo Chávez. Abrigamos toda la esperanza de que las palabras del ministro representan el inicio de un proceso que permitirá ir en auxilio inmediato de los sectores más desfavorecidos de la comunicación revolucionaria venezolana, particularmente de aquellos que viviendo en frontera, representan un valor estratégico comunicacional para la revolución bolivariana.
alcidesrivas@gmail.com
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