REVISANDO LA CIRCULAR N° 18-01 DEL EJÉRCITO DE LOS ESTADOS UNIDOS.
Dondequiera que exista un gobierno que no convenga a los intereses de los círculos del poder de Estados Unidos, y de algunos de sus aliados europeos, éste se convierte en blanco de campañas subvertidoras del orden, verbigracia el nuestro.
La “Circular de Entrenamiento de la Guerra No-Convencional” editada por el aparato militar-industrial-mediáti
Fundaciones aparentemente inocuas, financiamientos, equipamientos, adiestramientos, mercenarios, manipulación… y mucha ‘persuasión’ a través de los medios de comunicación, son algunos de los métodos y técnicas utilizadas por el Departamento de Estado de los EE.UU., para socavar las bases de los gobiernos legítimos del mundo que no se arrodillan ante los designios del más cruel imperio de toda la historia de la humanidad.
La guerra encubierta o No-Convencional por parte del Imperio, conjuga una red de ‘think tanks’ (tanques de pensamiento), fundaciones, fondos económicos, y demás organizaciones que están detrás de la desestabilización abierta de naciones soberanas.
Las ‘historias’ que inventan para el consumo público, son engañosas y persuasivas. Y su función básica es captar a pensadores progresistas, medios de comunicación y activistas. El producto es casi invariablemente un ‘post-moderno’ golpe de Estado.
La participación de organizaciones de derechos humanos y de las Naciones Unidas (UN) son claves. Las tácticas pueden ser sutiles, y a veces tanto, que no son fáciles de detectar. Sin embargo, por sutiles que sean, el mensaje que envía el gobierno de los Estados Unidos es, invariablemente: "Váyanse o desaparezcan”.
Lo visto aquí no puede ser más coincidente con el caso venezolano, donde también analistas y dirigentes bolivarianos están señalando la ejecución de un 'soft coup' (o ‘golpe de Estado suave’), recetas salidas de los laboratorios de guerra de Estados Unidos, cuyas etapas incluyen acciones plasmadas en la fulana ‘Circular de la Guerra No-Convencional’. En ésta está documentado que organizaciones como la USAID, la Fundación Nacional para la Democracia -NED- y la CIA, operan desde hace mucho tiempo, cobijando económicamente a la oposición venezolana para llevar una campaña de desgaste al gobierno legítimo de Venezuela, antes liderado por Hugo Chávez y hoy conducido por Nicolás Maduro.
WikiLeaks destapó evidencias y pruebas de que ha habido un apoyo progresivo, desde 2005, a pequeños sectores de la juventud venezolana. Así mismo, existe constancia de un apoyo económico en millones de dólares, a distintas ‘organizaciones mampara’, así como soporte ‘programático’ (ideológico) a grupos juveniles, para la insurgencia entre 2010 y 2012.
Nadie podría ni debería ignorar el interés de EE.UU. sobre el petróleo fiable y barato procedente de Venezuela, desde donde el crudo tarda entre cuatro y cinco días para llegar a las refinerías estadounidenses, a diferencia del petróleo procedente del Medio Oriente, aquejado además por inestabilidades en las cuales Washington también tiene responsabilidad… así como tampoco la molestia de la administración estadounidense para con Caracas, que ejercita su soberanía y sirve de inspiración para Latinoamérica y el Caribe.
Las declaraciones de Barack Obama, John Kerry, John McCain y otros personeros del gobierno gringo, o de organizaciones de la ultraderecha, tensan el clima de la guerra psicológica y mediática, que son corolario y están explícitamente referidas en la ‘Circular de entrenamiento de la Guerra No-Convencional’.
Un poder excesivo sobre los medios internacionales -en medio de una guerra comunicacional-, conducen a un entramado de prensa radio y televisión, notoriamente favorable a la derecha fascista, que quiere dar la imagen de “unos muchachos” que demandan un futuro mejor, con todas las connotaciones ‘positivas’ que implica la juventud: rebeldía, libertad, fe, generosidad… mientras, las fuerzas policiales al mando del ejecutivo gubernamental son satanizadas, y los grupos violentos entrenados en Colombia y México son ocultados. Todo aparece combinado en una articulación con las redes sociales, que se prestan -también- a favorecer protestas violentas y desproporcionadas, que dañan a toda la población sin distingos de clase o extracción.
Pero, volviendo al contenido concreto y explícito de las instrucciones militares norteamericanas, sin olvidar –además- que ‘el Comando Sur’ nos acecha con 77 bases militares, ofendiendo la integridad territorial de la región, éstas contienen, sin lugar a dudas, una guía -paso a paso- hacia la subversión, e instruyen en cómo crear, manipular, aterrorizar y hacer uso de la población de los países y de personas en particular, así como a expatriados y autoexpatriados, y otros tipos de organizaciones, tanto de adentro como de afuera, del país agredido.
A partir de la manipulación de la disidencia en las manifestaciones, la polarización de la población, de los disturbios y las insurgencias armadas, que requieren la acción de las fuerzas de seguridad… y de la guerra psicológica, presentada a través de los medios de comunicación, está plasmada una secuencia lógica para una guerra a gran escala, basada en ‘supuestos principios humanitarios’ y el pretexto de llevar (o traer) la democracia y la libertad.
[ "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad." Simón Bolívar. ]
Ello queda evidenciado al definir la UW (Guerra No-Convencional) como las actividades llevadas a cabo para facilitar la creación de un movimiento de resistencia o insurgencia, para coaccionar, perturbar o derrocar un gobierno o potencia ocupante, al operar a través de, o con una fuerza clandestina auxiliar y/o de guerrilla, en una zona de difícil acceso. Todo esto se constata en las siete (07) fases combinadas, dirigidas a agencias del gobierno de EE.UU., diversas ONG’s y a sus contratistas.
En registros de operaciones llevadas a cabo, en las que han operado las fuerzas especiales No-Convencionales, junto con sus socios civiles (mercenarios paramilitares), nos encontramos términos tales como: " La viabilidad del patrocinio por parte de los Estados Unidos… ", y por eso encontramos frases como que ‘el patrocinio es factible si existen "condiciones físicas y ambientales…".
Las acciones se dirigen a debilitar y subvertir la "voluntad del pueblo", o a cómo identificar el activismo del gobierno a favor y en contra, desacreditar, debilitar, provocar y asesinar a las fuerzas pro-gubernamentales, y fortalecer las fuerzas contra el gobierno mediante la capacitación, organización, financiamiento, armamento y, de ser necesario, el apoyo militar directo, con unidades de operaciones especiales sobre el terreno. También vemos, explicado en detalle, cómo un país -poco a poco-, puede ser manipulado en un escenario de subversión, con éxito, o en un posterior golpe de Estado.
La hojeada a la Circular N° 18-01 del ejército de los Estados Unidos nos muestra un escenario que incluye el hecho de que el 20 de Febrero el presidente Nicolás Maduro dijera: “Estamos frente a un golpe de Estado continuado, desatado contra Venezuela”, y cierra -concluyendo el día 22- con las declaraciones del Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en las que ratifica las pretensiones injerencistas de parte del gobierno norteamericano en los asuntos internos de Venezuela.
Ahora usan nuevos métodos de desgaste más sutiles y
enmascarados -sin renunciar a la violencia-, para quebrantar la paz y el orden interno, e impedir a los gobiernos concentrarse en la lucha por el desarrollo económico y social, cuando no logran derribarlos.
(m. r. a.)
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