OPINION
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04/04/2010 12:00:00 a.m.
Fablistán aparece igualmente en el Diccionario del español actual,
de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, con la definición de
Hablador o charlatán, y marcado como raro y propio del lenguaje
literario.
Un amable lector indaga sobre el sustantivo fablistán, al que no
encuentra en el DRAE, y quiere saber si puede usar esa palabra sin que
lo tilden de ignorante. Lo primero que debo decir es lo que muchas veces
ya he dicho: el que una palabra no esté en el diccionario no quiere
decir que no exista, ni mucho menos que quien la use pueda ser tachado
sólo por eso de ignorante. Todas las palabras que aparecen en el DRAE se
usaron mucho tiempo antes de ingresar al mismo. Es decir, una palabra
entra al diccionario porque existe de antemano, y porque se la ha usado,
incluso por escrito, durante un largo tiempo. En cuanto a fablistán,
efectivamente no aparece en la más reciente edición del DRAE, la 22ª, de
2001. Sin embargo, sí está allí el verbo fablistanear, definido como
charlar (? hablar mucho fuera de propósito), y del cual dice que
deriva de fablistán. En la edición anterior del DRAE, de 1992, sí
figura fablistán, al que da como sinónimo de hablistán. Este, a su
vez, también está registrado en la última edición del DRAE, marcado como
adjetivo coloquial poco usado, con el significado de Que habla lo que
no debe. Fablistán aparece igualmente en el Diccionario del español
actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, con la definición
de Hablador o charlatán, y marcado como raro y propio del lenguaje
literario. Es evidente, pues, que fablistán fue sacado del DRAE en su
última edición, no podría decir si a propósito, o por error
involuntario. En todo caso, se trata de un vocablo en desuso, o muy poco
usado, no obstante que no es tan viejo, pues su primera aparición en el
DRAE corresponde a la edición de 1791, y son muchos los vocablos de ese
tiempo, y aun anteriores, que siguen teniendo un uso frecuente. Aunque
es de hacer notar que lo anticuado de fablistán salta a la vista, y
aunque se lo usó a menudo en el siglo XIX y a comienzos del XX,
posteriormente su uso ha sido cada vez más infrecuente. Por otra parte,
fablistán se usó mucho en el pasado como sinónimo de periodista, y
aún hay quienes, una que otra vez, lo emplean de ese modo. Lo cual es
impropio, como se puede ver en las definiciones mencionadas, que
contienen un elemento semántico de inequívoco valor despectivo.
grealemar@cantv.net
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