LA DICTADURA MEDIATICA CONTRA VENEZUELA,
LA QUE DIVIDE AL PAÍS, PERO DE DIVIDIRLO
ACUSA A CHÁVEZ
(o PROHIBIDO OLVIDAR…)
Durante últimos años, los venezolanos hemos apreciado como se han dado una serie de confluencias entre los sectores económicos, políticos, clericales y mediáticos para atentar contra el proceso revolucionario bolivariano, utilizando el poder mediático como punta de lanza. Lamentablemente, hemos llegado a un nivel de crispación en el que -sea verdad o mentira-, sólo se acepta aquella información que sea contra el Presidente Hugo Chávez Frías. Ante esta situación intentan puntualizar una serie de hechos que han sido orientados sin escrúpulos, sólo en la búsqueda de un inicuo interés particular, para generar una matriz de opinión que permita justificar la salida del Presidente por cualquier vía.
Entre estos hechos más destacados en orden cronológico, nos encontramos con los siguientes:
El 06 de diciembre del años 2002, cuando la oposición logró su “cabeza de playa” en la Plaza Francia de Altamira, un desquiciado de nombre Joao de Gouveia, dispara a mansalva contra ciudadanos inocentes presentes en la toma de la plaza por parte de la oposición, donde lamentablemente mueren Keila Guerra (hija única de 17 años), Josefina Inciarte (58 años) y Jaime Guraud Rodríguez (76 años). Sin hacer juicios de valores sobre cómo el Sr. Gouveia, logra hacer más de veinte disparos, en un lugar donde existían más de ciento cincuenta funcionarios armados (policías de Chacao, Baruta y Metropolitana), así como un importante número de oficiales y suboficiales de la Fuerza Armada Nacional, no habían pasado más de dos horas, y mientras los fallecidos aún estaban en el sitio del atentado y a los heridos se les estaban prestando los primeros auxilios, se mostraba en las pantallas de la televisión venezolana, los videos de los hechos y RCTV presentó una foto donde supuestamente aparecía el Sr. Gouveia con el Alcalde de Caracas Freddy Bernal.
Este dantesco hecho, donde tres venezolanos que no tenían porqué dejar de vivir, es utilizado de forma burda para responsabilizar al gobierno, sin importar las consecuencias ni el dolor de sus seres queridos por los fallecidos y heridos, dividiendo la sociedad venezolana, pero con la máxima de que “el fin justifica los medios”, y ‘en esta guerra todo se vale’, se comprobó mediante los registros migratorios que el Sr. Gouveia, había ingresado al País días antes del atentado, en el hotel donde residía se encontraron ochocientos euros en efectivo, y en su poder, una pistola GLOCK calibre 9 mm. ¿ Cómo pudo Gouveia, quien -según informaron sus padres, campesinos pobres, desde Portugal-, estaba desempleado, pagar el pasaje hacia nuestro país que costaba mil euros, comprar una pistola automática y hasta un taxi, contar todavía con 800 euros y mantenerse durante varias semanas planificando el atentado ?
En enero del 2003, el Sr. Carlos Fernández, unos de los tecnócratas de PDVSA informa a través de los medios de comunicación, nacionales e internacionales, el fallecimiento del Sr. Alirio Carrasquero, humilde trabajador de la industria petrolera, y, con lágrimas en sus ojos, responsabiliza al gobierno nacional, ya que la principal empresa del País, no está siendo operada por gente preparada y la misma sólo puede ser gerenciada por la “meritocracia petrolera”, que mantenía un saboteo a la industria desde el mes de diciembre de 2002.
Días después, en su programa ALO PRESIDENTE, el presidente Hugo Chávez Frías, presenta al ciudadano que supuestamente había fallecido, quien con cédula de identidad de la República Bolivariana de Venezuela y luciendo orgulloso su carnet de PDVSA, nos hizo recordar la frase de Zorrilla: “los muertos que vos matasteis, gozan de buena salud”
No habían transcurrido más de dos meses del asesinato de los tres venezolanos en la Plaza Francia de Altamira, cuando en el mismo sitio se presentó otro abominable hecho, el día 16 de febrero de 2003. Desaparecieron tres soldados venezolanos de nombres: Darwin Arguello, Ángel Salas y Félix Pinto, quienes eran incondicionales del Coronel Félix Rodríguez, alias “El Cuervo”. Junto con los jóvenes soldados estarían las señoritas Zaida Pereira y Marina Salas Lozano. Al día siguiente del hecho, aparecieron cerca de la ciudad de Guarenas, con evidentes signos de torturas, los cadáveres de los soldados, junto con el de Zaida Pereira. Las primeras orientaciones y sospechas del Poder Mediático Venezolano e internacional (como BBC MUNDO), responsabilizaron al gobierno venezolano y al presidente Hugo Chávez Frías.
Con base en las averiguaciones adelantadas por los organismos competentes y las declaraciones de la única sobreviviente del múltiple asesinato, la Señorita Marina Salas Lozano, se conoció que la causa de los hechos se debió a problemas internos de los distintos grupos que tenían ilegalmente tomada la Plaza Francia de Altamira y la sospecha de que los jóvenes soldados podrían estar filtrando información a los sistemas de seguridad del Estado Venezolano. Estos fueron retenidos y llevados a un bunker que se mantenía en un lujoso hotel del sector (donde se hospedaban los principales líderes de la oposición), lugar donde los jóvenes fueron interrogados y golpeados para luego ser trasladados -mal heridos- al sitio donde fueron ajusticiados. La joven Salas Lozano, quien fingió estar muerta -estando mal herida-, es quien aporta la información necesaria para esclarecer el caso, involucrando directamente al Coronel Félix Rodríguez e identificando como autores materiales al policía metropolitano Tairo Aristiguieta y a un coronel de apellido Piliery.
El 31 de octubre de 2004, el periodista Manuel Isidro Molina (ex presidente del Colegio de Periodistas) informa por la presa nacional que el Coronel Silvino Bustillos, había sido perseguido, detenido, torturado y asesinado por funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar en los sótanos de ese organismo, siguiendo instrucciones directas del Presidente Hugo Chávez Frías, por ser uno de los primeros oficiales en insubordinarse contra su mandato constitucional.
Días después y luego de un tinglado periodístico, mediante el cual los familiares le imploraban al Presidente de la República que los informara sobre el paradero del Coronel Bustillos, y que si había sido asesinado, les entregaran el cadáver para darle cristiana sepultura, éste aparece en la ciudad de Valencia del estado Carabobo, en compañía de una amiga íntima, lo que nos hizo recordar el cantar popular: “no estaba muerto, estaba de parranda…”
El 26 de abril de 2006, Monseñor Baltazar Porras, a través de la prensa nacional denuncia la desaparición del Padre José Piñango, Sub Secretario de la Conferencia Episcopal. Inmediatamente se dio inicio a la implantación de la matriz de opinión, de que los responsables de este hecho formaban parte del Poder Político oficialista venezolano, ya que la alta jerarquía de la iglesia católica venezolana mantiene una posición crítica contra el Presidente Hugo Chávez Frías.
Días después aparece el cadáver del Padre Piñango en un hotel de la ciudad capital. Se adelantan las investigaciones y se constata que el padre había sido asesinado por un amigo íntimo, de nombre Antonio González (26 años), con quien luego de pasar parte de la noche en una discoteca cercana, se hospedaron en el Hotel Bruno de la ciudad capital, lugar donde aconteció el lamentable hecho.
El 31 de mayo de 2007, fue asesinada la joven Andreina Gómez Guevara, estudiante de Sociología de la Universidad Católica Andrés Bello. Cuando la joven se dirigía a ese centro de estudios y mientras se encontraba en la estación de servicios El Trebol, en las cercanías de Montalban, dos jóvenes que se desplazaban en una moto de baja cilindrada, accionaron en varias oportunidades sus armas de fuego en su contra. Inmediatamente se dio información a través de la mayoría de las estaciones de radio venezolanas, indicándose que el crimen había sido responsabilidad de los círculos bolivarianos de la Parroquia La Vega.
Durante su huida, los motorizados fueron detenidos casualmente por una unidad policial que presenció el hecho, y fueron identificados como Enrique Vivas Molina (26 años) y Yoheyday Ereu Carrillo (18 años), quienes colaboraron para aclarar los hechos. Los supuestos asesinos fueron contratados por la Sra. Milagros de Armas, quien es una de las herederas de uno de los más importantes y prestigiosos emporios comunicacionales del País (Bloque De Armas). La razón por tan despreciable hecho se debía a que el ex novio de la Sra. De Armas, aparentemente mantenía una relación sentimental con la joven asesinada.
El 15 de junio de 2008, desaparece el periodista de Radio Caracas Televisión, Javier García (37 años). Como es costumbre, los medios privados de comunicación venezolanos orientan la opinión de los hechos hacia los eternos responsables: el Presidente Hugo Chávez Frías y su gobierno, ya que se había cumplido un año de la suspensión de la concesión de RCTV y se desarrollaban manifestaciones públicas contra ese medida. Días después los cuerpos policiales del Estado, esclarecen el caso cuando se descubre que el supuesto homicida del prestigioso periodista había sido su amigo íntimo, Roberto Mollera Zárraga (de 24 años).
La dictadura mediática en nuestro país mantiene dentro de sus parámetros una perversa manipulación, en la que las fuentes informativas no son confirmadas si las informaciones lesionan al gobierno, y ésta son igualmente ocultadas, si son a favor del gobierno. El punto de inflexión que permitió esta impunidad no fue otro que el manejo de los hechos del 11 de abril de 2002, cuando el reportero Luis Alfonso Fernández de VENEVISION, en un video trucado, mostraba a supuestos partidarios del proceso revolucionario, cuando disparaban desde el Puente Llaguno, ‘contra una inmensa multitud de partidarios desarmados de la oposición’, video que sirvió de base para el resto de los acontecimientos que justificaron el Golpe de Estado en contra del gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y que obtuvo el ‘Premio Rey de España, mención televisión 2003’.
Días después y gracias a la retoma del poder del presidente constitucional de la República, se comprobó la manipulación mediática, ya que la marcha opositora no solamente no había llegado a la zona de los hechos, sino que por ese sitio no iba a pasar, y los supuestos ‘pistoleros chavistas’ lo que hacían era defenderse de agentes fuertemente armados de la Policía Metropolitana, quienes con guantes quirúrgicos para ocultar posibles evidencias (trazas de pólvora), disparaban contra un grupo de manifestantes partidarios del gobierno quienes desde Puente Llaguno manifestaban su apoyo al gobierno, en las cercanías del Palacio de Miraflores. El periodista Luis Alfonso Fernández, en Audiencia Pública, afirmó que la voz del video en cuestión, no era la suya, y que desde el lugar donde se encontraba el día de los hechos (ángulo este – oeste), no tenía forma de tener contacto visual con la Avenida Baralt (sentido sur – norte).
Posteriormente, se hizo público otro video, de la periodista Del Valle Canelón (de GLOBOVISION) el cual fue ocultado en forma perversa por el canal informativo de la oposición, en el que sí se aprecia en forma total la Av. Baralt (norte – sur) y se constata cómo los manifestantes, en apoyo al Presidente Hugo Chávez Frías, disparan contra tres vehículos blindados de la Policía Metropolitana, desde los cuales la policía, que respondían órdenes directas del Alcalde Metropolitano Alfredo Peña, disparaba asesinando a mansalva a venezolanos partidarios del gobierno.
Para mayor comprobación de la manipulación mediática de los hechos del 11 de abril de 2002, el periodista OTTO NEUSTALDT, corresponsal de la cadena de noticias norteamericana CNN, en una conferencia ofrecida en un instituto universitario privado, ubicado en el Estado Aragua, indicó que él había grabado el video de los altos oficiales de la Fuerza Armada de Venezuela -que estaban detrás del golpe de estado-, en el que afirmaban que francotiradores habían asesinado a indefensos manifestantes de la oposición, (“ya van más de seis muertos…”)… cuando aún no se había producido ninguna de las muertes que trajeron los asesinatos de ese día…
Es importante destacar que durante los últimos años, antes de que las grandes potencias imperiales declarasen la guerra a naciones supuestamente enemigas, generaron previamente alguna justificación mediática. Por ejemplo, la invasión en el 2001 a la República Islámica de Afganistán, se produjo sobre el argumento de que en ese país se ocultaba el terrorista Osama Ben Laden (ex CIA), acusado del atentado contra las Torres Gemelas del Wold Trade Center (11/09/2001). Hoy, once años después de esa invasión lo que se ha comprobabo es que Afganistán produce cien veces más opio, se desarrolla internamente una guerra fratricida y no encontraron ahí al presunto terrorista.
En el año 2002, el gobierno de George W. Bush, sin autorización de las Naciones Unidas y bajo la justificación de que Sadam Hussein, poseía armas de destrucción masiva, invade la República de Irak. Diez años después del controversial hecho, existe en esa república una incontrolable inestabilidad, han sido saqueados los más importantes tesoros históricos de esa civilización, y no se encontraron las supuestas armas de destrucción masivas.
El año pasado (2011), se presentan unos videos en los que supuestamente en la República norafricana de Libia, por orden directa de Muammar El-Ghaddafi, se estaba masacrando impunemente a la población civil y desarmada. Las principales potencias mundiales, bombardearon durante varios meses a las principales ciudades libias, Ghaddafi es derrocado, detenido y asesinado. A un año de los referidos hechos, ese país se encuentra sumido en el caos, se comprobó que los supuestos videos que supuestamente justificaron la intervención militar, fueron grabados y editados en escenarios artificiales.
La intención de este artículo es la de llamar la atención de que nuestro País no está exento de lo ocurrido en países como Afganistán, Irak y Libia. La dictadura mediática sigue al pie de la letra su guion, que sea verdad o mentira importa poco, lo fundamental es que existe una oposición apátrida, que está convencida de que vivimos en una dictadura (aunque tengamos record mundial en consultas democráticas: más de una por año durante los últimos trece años), de que no hay libertad de expresión (aunque existan más medios contrarios al gobierno que a su favor y que desde ellos se efectúen toda clase de agresiones, perdón, expresiones), de que el Poder Electoral no es confiable (a pesar de que el bloque opositor en su conjunto decidiera realizar sus elecciones internas, con la asesoría, apoyo y despliegue del Consejo Nacional Electoral -CNE-).
Estamos a escasos meses de una nueva confrontación democrática, en la que la oposición solo aceptará los resultados si le son favorables. Y frente a la cual los Estados Unidos de Norteamérica mantiene sus amenazas de agresión, mientras es afectado por la peor crisis económica y política de su historia.
Es importante destacar que: “nuestros enemigos saben lo que han perdido, ojala nosotros sepamos lo que hemos ganado”.
BLAS CUARTIN SANCHEZ

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